Servir tan sólo a la verdad es nuestra única meta a través de los siglos, a la verdad íntegra y auténtica, no enturbiada por tiniebla alguna, ni plegada a ninguna condescendencia, y jamás separada de la caridad de Nuestro Señor Jesucristo.
lunes, 29 de diciembre de 2008
Trabajos internos en nuestra iglesia
martes, 16 de diciembre de 2008
PRIMERAS COMUNIONES 2008

qui mandúcat meam carnem, et bibit meum sánguinem,
in me manet, et ego in eo".
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre verdadera bebida:
el que come de mi carne y bebe mi sangre, mora en mí, y yo en él.
¡Con cuanto alborozo de nuestra alma, damos cuenta a nuestros lectores de la fervorosísima Primera Comunión efectuada por los niños de Nuestro Catecismo!, sí, la conmovedora fiesta fue celebrada por nuestros niñitos, el14 de diciembre, Domingo de Gaudete, y solemnizada con la presencia del Sr. Cura Párroco Don Carlos Valenzuela.
Después de un tiempo de preparación semanal, donde los jóvenes catequistas hicieron derroche de abnegación y paciencia, los niños y niñas de Nuestro Catecismo, en número de diecisiete, se acercaron a recibir en sus almas a Jesús Sacramentado, quien desde lo alto de su Trono parecía sonreirles amoroso.
Inmediatamente antes del anhelado momento, el Cura Párroco, dirigió a los niños frases llenas de unción, en las que, después de mostrarles las delicias del Pan Eucarístico, les hizo notar la predilección amorosísima de que eran objeto en esos instantes de parte de Jesús Sacramentado, ellos, todavía seres anónimos, ajenos a los banquetes del mundo, y con tan escogida participación en el gran Banquete celestial... instándolos a aprovechar los felices momentos de unión con Jesús para pedirle no sólo por sí mismo y sus familias, sino también por la patria, hoy día en tanta tribulación y tan necesitada de sobrenatural asistencia.
Terminada la celebración, los predilectos de Jesús pasaron a tomar un modesto desayuno que se les tenia preparado.
Damos gracias al Altísimo por permitirnos celebrar después de tantos años unas primeras comuniones y en un número mayor.









miércoles, 10 de diciembre de 2008
La Inmaculada Concepción.
¡Eres toda bella, oh María, y en ti no hay mancha alguna!.
¿Qué nos dice con esto la Sagrada Liturgia?, ¿Nos quiere acaso insinuar que, a ejemplo de su divino Hijo, fue concebida por obra del Espíritu Santo? No; la Iglesia con estas palabras nos quiere decir que en el momento de su concepción, esto es, cuando su alma se unió a su cuerpo, ella fue preservada de la mancha original.
Según el plan divino, Adan, nuestro primer padre y jefe de la humanidad, debía comunicarnos no sólo la vida del cuerpo, sino también la vida del alma mediante la gracia.
Igual cosa sucede a un padre de familia, dueño de una gran fortuna; la tiene para sí, para su mejer y sus hijos; pero si la malgasta, se empobrece a sí mismo y a todos los suyos.
Con su pecado el primer hombre perdió para sí y para nosotros el capital divino de la gracia santificante.
Venimos, pues, al mundo con la tara del pecado, la cual desaparece el día en que tenemos la dicha de recibir el santo bautismo. En ese instante memorable no hay exageración en decir que de nuevo se abre el cielo, y el Padre celestial repite aquellas palabras tan conocidas: "Este es mi hijo en quien me complazco".
Por los méritos de Jesucristo María santísima fue excenta de pecado original; y al entrar en este mundo resoban a sus oídos estas palabras del Cantar de los Cantares: "Eres toda bella, amiga mía, eres toda bella".
Además, la Trinidad Santísima se complació en otorgarle otros privilegios. Así es como no conoció los embates de la concupisción que azotan al Apóstol de las gentes y lo hacen exclamar: ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?.
La virgen santísima dio a luz su Hijo divino sin experimentar el aguijón del dolor. Muere sin agonía, en un éxtasis de amor. Su cuerpo inmaculado está exento de la corrupción del sepulcro: y al tercer día de su glorioso tránsito los ángeles se llevan al cielo a su Reina con su cuerpo y alma.
¿Por qué la Inmaculada Concepción?
Jesucristo, la santidad infinita, al querer hacerse hombre, no debía nacer sino de la Inmaculada. Aquel que encuentra manchas en los espíritus celestiales, aquel que se apacienta entre lirios, convenía que viniera a este mundo de una carne revestida de pureza y de santidad. De otro modo el baldón de la madre recaia sobre el Hijo. Y puedieron evitarlo, ¿Lo permitiría Jesucristo?.
Además, su gloria estaba muy comprometida en esto. El viene a la tierra para destruir el imperio del pecado.
Una tradición dice que el profeta Jeremías, San José, su padre putativo, y San Juan Bautista fueron santificados en el seno materno; sin duda por la misión especial que iban a desempeñar.
En cuanto a nosotros se nos borra el pecado original cuando corre sobre nuestra frente el agua bautismal. Pero, hay un momento en nuestra existencia en que todos somos esclavos del enemigo de nuestra alma; ese momento es el de la concepción. Pero ese momento de tanta gloria para Satanás se le convirtió en la derrota más sonada, cuando santa Ana concibió la Llena de gracia.
Con el correr de los años María iba a ser madre de Jesús. Jesús es su Dios desde la eternidad; la ama con amor divino; y este amor es eficaz y todopoderoso. Luego, amando a madre con un amor infinito y pudiendo hacerla inmaculada ¿No la habría hecho? ¡imposible!.
Antes de ser de fe el dogma de la Inmaculada Concepción, un adagio teológico decía: decuit, potuit, decif. La Inmaculada Concepción era conveniente, Dios podía hacerla, Dios la ha hecho.
miércoles, 26 de noviembre de 2008
NUESTRO ESCUDO.

Si en todos los países millares de almas hiciesen con fervor, dos veces al dia esta ofrenda inapreciable ¿como podría Dios resistir a ella?.
Un célebre navegante estando a punto de naufragar, tomo a un niñito y levantándolo hacia el cielo exclamó: "Señor, si nuestros pecados no merecen compasión, tenedla a lo menos de este chico inocente". Y la tempestad se calmó, y el buque llegó a buen puerto.
Si la vista de un niño conmovió el Corazón de Dios, ¿que no se conseguirá con el ofrecimiento incesante de su Divino Hijo? enseñad, este ofrecimiento en todas partes: en las escuelas, en los conventos, en los talleres, en las familias, en las parroquias.
De todas partes se eleva la adorable víctima; de todas partes deberá tambien subir hacia Dios el clamor universal: "¡Perdón, compasión, en nombre de Jesús vuestro Hijo, nuestro Hermano! ¡Os lo ofrecemos como un rescate superabundante! Hemos pecado; pero he aquí el Cordero que borra los pecados del mundo...!".
Con Jesús y por María podemos conjurar los terribles castigos que se preparan.
Pero es menester que la preciosa afrenda se generalice, que se eleve de todas partes: de las ciudades y campos, de las parroquias y de los conventos, de las chozas y de los palacios.
lunes, 10 de noviembre de 2008
MES DE MARÍA INMACULADA
"He aqui, en resumen, lo que es Mes de Maria, una fiesta en que la naturaleza, la poesia, y el arte se unen a la piedad y al amor de los devotos de Maria, para dar desusado esplendor al culto tributado a la Reina del cielo durante treinta dias. Por su parte, la Soberana dispensadora de las munificencias divinas se complace en derramar copiosas bendiciones sobre los hijos que la honran durante este mes, otorgandoles, en cambio, de sus homenajes, gracias abundantes para la santificacion de sus almas".
Oración Inicial.
¡Oh María, durante el bello mes que os está consagrado, todo resuena con vuestro nombre y alabanza! Vuestro santuario resplandece con nuevo brillo y nuestras manos os han elevado un trono de gracia y amor, desde donde presidís nuestras fiestas y escucháis nuestras oraciones y votos. Para honraros hemos esparcido frescas flores a vuestros pies y adornado vuestra frente con guirnaldas y coronas.
Más ¡Oh María! no os dais por satisfecha con estos homenajes; hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan y coronas que no se marchitan. Esas son las que vos esperáis de vuestros hijos: porque el más hermoso adorno de una madre es la piedad de sus hijos; y la más bella corona que pueden deponer a sus pies es la de sus virtudes. Sí, los lirios que vos nos pedís son la inocencia de nuestros corazones, nos esforzaremos , pues, durante el curso de este mes consagrado a vuestra gloria, oh Virgen Santa, en conservar nuestras almas puras y sin manchas y en separar de nuestros pensamientos, deseos y miradas aún la sombra misma del mal; la rosa cuyo brillo agrada a vuestros ojos es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos; nos amaremos, pues, los unos a los otros, como hijos de una misma familia cuya madre sois, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal.
En este mes bendito procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta flor que os es tan querida, y con vuestro auxilio llegaremos a ser puros, humildes, caritativos, pacientes y resignados. ¡Oh María! Haced producir en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes, que ellas broten, florezcan y den al fin frutos de gracia, para poder ser algún día dignos hijos de la más santa y la mejor de las madres. Amén.
Oración final.
¡Oh María, Madre de Jesús, nuestro Salvador y nuestra buena Madre! Nosotros venimos a ofreceros, con estos obsequios que colocamos a vuestros pies, nuestros corazones, deseosos de seros agradables, y a solicitar de vuestra bondad un nuevo ardor en vuestro santo servicio.
Dignaos presentarnos a vuestro Divino Hijo, que en vista de sus méritos y a nombre de su Santa Madre, dirija nuestros pasos por el sendero de la virtud. Que haga lucir con nuevo esplendor la luz de la fe sobre los infortunados pueblos que gimen por tanto tiempo en las tinieblas del error, que vuelvan hacia El, y cambien tantos corazones rebeldes, cuya penitencia regocijará su corazón y el vuestro.
Que confunda a los enemigos de su iglesia, y que, en fin, encienda por todas partes el fuego de su ardiente caridad, que nos colme de alegría en medio de las tribulaciones de esta vida, y de esperanza para el porvenir. Amén.
- Practicar la caridad dando limosna a los pobres algunas veces durante el mes.
- Ejercitar cada dia la mortificación, privandose de alguna satisfacción lícita, como de comer un manjar, oler una flor, mirar algun objeto curioso, etc.
- Abstenerse, por amor a Maria, de la lectura de libros profanos, que no sean de instrucción, y leer cada dia algunas páginas de algun libro piadoso.
- Practicar la obediencia, ejecutando sin replicar y con muestras de agrado, cuanto ordenaren los superiores.
- Sufrirlo todo de todos sin incomodarse ni quejarse, ofreciendolo en homenaje a los dolores de Maria.
- Procurar evitar durante todo el mes, todo pecado venial deliberado.
- Huir de la murmuración, guardandose de criticar aun los defectos o faltas ligeras que se noten en los demas.
- Ejercitarse frecuentemente en la humildad, ora rebajandose en sus propios meritos, ora confesando con ingenuidad algún defecto propio, ora ejecutando acciones humillantes.
- Aprovechar toda ocasión que se presente de modficar el amor propio.
- Ser exactos en el ejercicio de las practicas acostumbradas de piedad, haciendolas en la hora señalada, en nuestra Iglesia.
martes, 7 de octubre de 2008
En el mes de Nuestra Señora del Rosario.


Repitiendo a menudo esta sencilla plegaria, cuantos sentimientos de fe , de alabanza de amor, de gratitud pueden llenar nuestro corazón.
Los quince misterios del Rosario, subleme compendio del Evangelio, nos conducen al conocimiento de Nuestro Señor Jesucristo, en el que consiste la vida eterna.
viernes, 29 de agosto de 2008
FIESTA PATRONAL
y obtener la gracia de un auxilio oportuno. Hbr. 4, 16
domingo, 24 de agosto de 2008
PEREGRINACION A LA GRUTA DE LOURDES DEL CERRO DOMINANTE
miércoles, 13 de agosto de 2008
PROGRAMA FIESTA PATRONAL

Lema: “Inmaculado Corazón de María aseméjanos a ti en humildad, pureza y caridad”
Jueves 14 al viernes 22 de agosto
18.30 h: Novenario Santo al Inmaculado Corazón de María en su iglesia de Guayacán.
Sábado 16
19 h: Santa Misa en la Fiesta de San Roque Patrono adjunto de la iglesia de Guayacán.
Viernes 22
19 h: Santa Misa Solemne de la Fiesta del Inmaculado Corazón de María.
20 h: Solemne Procesión por las calles adyacentes a la iglesia.
¡Participe de estas celebraciones para que como buenos hijos alabemos y desagraviemos el Corazón Inmaculado de nuestra Madre Celestial!
lunes, 4 de agosto de 2008
MES DEDICADO AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
Oh Corazón de María!, el más amable y compasivo de los corazones después del de Jesús, Trono de las misericordias divinas en favor de los miserables pecadores; yo, reconociéndome sumamente necesitado, acudo a Vos a quien el Señor ha puesto todo el tesoro de sus bondades con plenísima seguridad de ser por Vos socorrido. Vos sois mi refugio, mi amparo, mi esperanza; por esto os digo y os diré en todos mis apuros y peligros: ¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía! Cuando la enfermedad me aflija, o me oprima la tristeza, o la espina de la tribulación llegue a mi alma, ¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía! Cuando el mundo, el demonio y mis propias pasiones coaligadas para mi eterna perdición me persigan con sus tentaciones y quieran hacerme perder el tesoro de la divina gracia, ¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía! En la hora de mi muerte, en aquel momento espantoso de que depende mi eternidad, cuando se aumenten las angustias de mi alma y los ataques de mis enemigos, ¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!
Y cuando mi alma pecadora se presente ante el tribunal de Jesucristo para rendirle cuenta de toda su vida, venid Vos a defenderla y a ampararla. Y entonces; ahora y siempre, ¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía! Estas gracias espero alcanzar de Vos, Oh Corazón amantísimo de mi Madre a fin de que pueda veros y gozar de Dios en Vuestra compañía por toda la eternidad en el cielo. Amén
¡Oh Santísima Virgen poderosa! Madre de misericordia, Reina del Cielo y Refugio de Pecadores, nos consagramos a vuestro Inmaculado Corazón.
Os consagramos nuestro ser y toda nuestra vida, todo lo que tenemos, todo lo que amamos y todo lo que somos.
Sean vuestros nuestros cuerpos, nuestros corazones y nuestras almas; sean vuestros nuestros hogares, nuestras familias, nuestra patria.
Queremos que todo lo que hay en nosotros y en derredor de nosotros os pertenezca para que participemos de vuestras maternales bendiciones.
Y, para que esta consagración sea verdaderamente eficaz y duradera nos obligamos a profesar siempre y con valor las verdades de la fe; a vivir como verdaderos católicos, sumisos a las disposiciones del Papa y los Obispos.
Nos obligamos a introducir en nuestra vida, las prácticas consoladoras de los católicos piadosos: El Rosario, la Oración diaria, la Misa y la Sagrada Comunión.
Os prometemos finalmente, oh gloriosa Madre de Dios y Madre nuestra, consagrar nuestro corazón a vuestro amor, para pedir y asegurar, mediante el reinado de vuestro Inmaculado Corazón, el reinado del Corazón de tu hijo Santísimo, en nosotros mismos, en nuestras familias, en nuestra patria y en toda la humanidad. Amén.
¡Oh Dulce Corazón de María, sed la salvación mía!
¡Inmaculado Corazón de María, convierte a los pecadores!
¡Inmaculado Corazón de María, libra a las almas del infierno!
¡Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte!
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Guayacán celebra su Fiesta Patronal el día 22 de agosto dedicado al Inmaculado Corazón de María según el Calendario Litúrgico Gregoriano.